Negatividad

Recuerdo los tiempos de mi juventud donde tenía todo perfectamente rotulado. Me era fácil evaluar a la gente, dote heredada de mi padre. Trataba de no ser prejuiciosa, pero realmente muy pocas veces me equivoqué cuando al conocer a una persona sentía cierto escosor y con el paso del tiempo descubría el por qué esa sensación.

Pero a pesar de ese don, a veces maldición ya que uno aunque no lo quiera, maneja con cierto prejuicio, y eso sin duda condiciona nuestra relación con él. A pesar de él no he dudado en tratar de conocer a la gente y solo hay un tipo del que tiendo a estar alejada. La gente negativa. Aquellos que solo buscan controversia y escándalo. Aquel que rara vez nos sorprende con un buen gesto o comentario.

En cierta forma temo ser contagiada con esa negatividad. No me es difícil ya que la vida le dió infinitas sacudidas a mi confianza en la gente y su honestidad, pero prefiero ser cauta pero conocer al otro y no ser obtusa y negarme a todo.

Recuerdo cuando entré por primera vez a un foro y me encontré con más de una sorpresa y cuando me atreví a postear mi primer tema lo titulé: Respeto y educación. Ha pasado mucho tiempo desde entonces y aprendí que yo también cargaba mi cuota de crítica y desdén por lo desconocido, y la realidad me mostró que si uno se da una oportunidad y se la da a la gente eso contribuye al crecimiento propio y comunitario.

No siempre podemos tirar flores, pero tampoco es necesario buscar continuamente controversia aunque es una otra forma de llamar la atención.

Ojalá que tu vida se plague de cosas constructivas, de gente constructiva al igual que deseo que la mía lo haga. No porque piense que el mundo es como una cereza, sino porque creo que es la gente en sí misma la que construye puentes duraderos de amistad y respeto. Es cansador tratar de levantar una pequeña porción de mundo cuando hay seres tan defraudados de él que solo buscan que todo siga igual y nada cambien, cuando la falta de cambios positivos, te aseguro, nos hace retroceder.

Gracias por compartir estos desvaríos que plagan mi cabeza, y que necesito volcar en palabras, porque a veces creo que de a poco me vas conociendo más, para bien o para mal.

Gracias.